Enseñanza que deja huella
Ayer no fue un día común en la escuela media de Los Gutiérrez. Desde temprano, el patio central -cubierto por una estructura metálica y con paredes de ladrillo a la vista- comenzó a poblarse con más de 220 alumnos que llegaron desde 60 escuelas de toda la provincia. Uniformes de colores diversos, delantales almidonados, corbatas ajustadas y sonrisas nerviosas componían una postal que contrastaba con la habitualidad de la institución. En el escenario improvisado que se montó en el patio central, cortinas azules, una tela negra y letras doradas anunciaban “Instancia interescolar Circuito I”. Allí los jóvenes esperaron atentos el inicio de una competencia que tuvo seis ganadores titulares y otros seis suplente.
La consigna era clara. En parejas, cada uno de ellos respondió preguntas de historia, geografía, cultura y sociedad tucumana. El certamen, organizado por el Ministerio de Educación junto a LA GACETA, busca que estudiantes de cuarto, quinto y sexto año del secundario se apropien de los conocimientos sobre su tierra.
“Son temas muy necesarios para la juventud actual, que muchas veces no se trabajan con profundidad en las secundarias”, explicó el director de la escuela anfitriona, Carlos Rubén Reinoso. Con orgullo, agregó: “Este concurso puede ser el puntapié inicial para que los adolescentes conozcan más de la historia de nuestra provincia y completen una trayectoria educativa exitosa”.
Valentina Mitrovich, del equipo de Ciencias Sociales de la Dirección de Nivel Secundario, coincidió en que la experiencia superó las expectativas. “Es uno de los circuitos más numerosos. Hay entusiasmo desde el primer día porque ecordemos que ya se había rendido la instancia escolar en julio”, detalló.
La jornada que arrancó a las 8 y se extendió hasta las 12 por un duro desempate entre chicos de cuarto año de tres escuelas, hizo que todos los alumnos se sintieran como en casa. Jugo de naranja en cada pupitre para que no falten vitaminas al contestar los cuestionarios, y un sándwich de queso al final para soportar la espera de conocer quienes eran los que pasaban a la próxima instancia.
La final de "Enseñame Tucumán": nervios y ansiedad en la escuela media de LulesEl clima era de fiesta. Mientras en las aulas las evaluaciones transcurrían, en el patio alumnos de la escuela secundaria Munuel Cossio, brindaban un espectáculo musical con distintos ritmos latinoamericanos para todos.
El final también tuvo algarabía pura. Aplausos ante el anuncio de los ganadores, la emoción de los compañeros de otras categorías que también rindieron, nervios en los momentos previos a los nombres victoriosos, risas y hasta fotos frente al cartel amarillo con el escudo amarillo de la escuela sede con la frase de Howard Hendricks que recordaba: “La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón”.
Los jueces: educadores y evaluadores
Casachi María Cecilia, Quiroga Juan Francisco, Martínez Sabrina Alejandra, Valdés Carolina Viviana, Fernández Natalia Soledad, Andrés David, Robles Jessica Nazarena, Bonura Claudia Patricia, Rodríguez María Laura, Aslan Johana, Vizcarra Oscar Rubén, Velardez Sofía Micaela llevaron adelante la corrección de los cuestionarios del concurso.
Historia con sorpresas
La categoría de cuarto año fue una de las más reñidas. Los alumnos del colegio San Isidro Labrador, el Instituto Privado Rivadavia y la propia escuela media de Los Gutiérrez debieron enfrentarse a un desempate que mantuvo expectantes a todos.
Los seis alumnos empatados ingresaron a una sala en la que después de media hora se dirimió el asunto, con solo tres preguntas pero bastante más complicadas que las del cuestionario incial.
Finalmente, Valentín Lizárraga y Thiago Romero, del San Isidro Labrador, se quedaron con el primer lugar, en una definición que provocó un aplauso cerrado de estudiantes y docentes.
Con apenas 15 años, los ganadores contaron que la preparación fue intensa y colectiva. “Desde que nos dieron los temas fuimos leyendo con ayuda de los profesores. Ellos nos entregaron una guía y, a partir de ahí, íbamos resumiendo juntos en el colegio. Después, en casa, cada uno repasaba lo que le tocaba”, relató Thiago.
Valentín, por su parte, completó: “La verdad es que aprendimos mucho. Lo que más nos sorprendió fueron las migraciones, porque uno piensa que en esa época era más difícil viajar y sin embargo había mucho movimiento de gente”.
El tema de las migraciones fue central: a fines del siglo XIX y principios del XX llegaron corrientes de italianos, españoles, árabes y sirio-libaneses que marcaron la identidad de Tucumán. Muchos de ellos se asentaron alrededor de los ingenios y las nuevas industrias, aportando oficios, lenguas y tradiciones.
Ambos destacaron la importancia de conocer aspectos productivos y sociales de la provincia. “La caña de azúcar y el limón son clásicos, pero también estudiamos hortalizas y cómo el Estado intentaba inculcar una cultura higienista para mejorar las condiciones de vida de las personas”, desarrollaron y remarcaron- “eso fue muy interesante, porque no es algo de lo que se hable habitualmente en clase”, comentaron.
Ese higienismo, promovido desde los gobiernos y las escuelas a comienzos del siglo XX, incluía campañas de vacunación, controles médicos y difusión de hábitos de limpieza en una época en la que enfermedades como la tuberculosis o el tifus golpeaban fuerte a la población tucumana.
“Enseñame Tucumán”, un certamen con final televisadaEn cuanto a nuestros cultivos, la caña de azúcar es la actividad agroindustrial más importante, ya que representa el 65% de la producción nacional de azúcar, con más de una decena ingenios azucareros. El limón, cultivado principalmente en Burruyacú, se cultivó en 42.317 hectáreas.
Con la emoción a flor de piel, los dos coincidieron en que el certamen fue una oportunidad para mirar a Tucumán “con ojos nuevos” y descubrir que la historia local todavía guarda sorpresas.
Suplentes: el segundo lugar de la categoría de cuarto año
Tras el desempate que aconteció en este grupo de alumnos, finalmente las suplentes que podrían participar de la próxima instancia en caso de algún inconveniente con los titulares pertenecen a la Escuela Media de los Gutiérrez. Ellas son Figueroa Sofía Luisana y González Selena Agostina.
Guía y motivación escolar
La categoría de quinto año también dejó testimonios llenos de entusiasmo. Los ganadores fueron Gabriel Gómez y Ana Luz Morhill, del Instituto Privado Rivadavia, quienes subrayaron la importancia del acompañamiento docente y el trabajo en equipo.
“Antes de las vacaciones ya veníamos hablando con nuestro profesor, Daniel Valdez. Él nos fue guiando en los temas y nos motivó para llegar bien preparados”, contó Ana Luz.
Para ella, uno de los descubrimientos más valiosos fue el vínculo entre cultura y salud en la historia tucumana. “Me interesó mucho aprender sobre la música y también sobre cómo se cuidaba la higiene antes de la existencia de los hospitales modernos. Esos detalles te hacen ver cómo vivía la gente en otras épocas”, detalló.
La mención a la música no es casual. Tucumán fue, a lo largo del siglo XX, un centro clave en la difusión del folclore con artistas como Mercedes Sosa, Yuca Córdoba o Leda Valladares, y al mismo tiempo vio surgir bandas de rock y agrupaciones de música popular que reflejaron los cambios sociales. Hoy, desde la zamba “Luna tucumana”, compuesta por Atahualpa Yupanqui, hasta los festivales de folklore que mantienen vivas las tradiciones. Para los adolescentes, descubrir cómo estas expresiones artísticas acompañaban procesos culturales fue revelador.
La salud, en paralelo, era un tema crítico: hasta la primera mitad del siglo XX, la provincia apenas contaba con hospitales públicos y gran parte de la atención recaía en sanatorios privados o en prácticas caseras.
Por otra parte expresó un deseo para las próximas instancias. “Me encantaría que se hable más sobre la dictadura y sobre el papel de las mujeres en la historia. Generalmente aparecen los mismos nombres masculinos, y hay mucho por descubrir de las figuras femeninas”.
Gabriel, por su lado, destacó que conocía a su compañera desde el jardín de infantes y que ese vínculo de años fue clave para avanzar juntos. “En la primera instancia, el material de lectura nos lo dieron el mismo día de la evaluación. Fue difícil, porque incluso se suponía que era en parejas pero terminamos rindiendo individualmente junto a chicos de diferentes cursos. Eso nos obligó a organizarnos mejor y a comprender los temas, no solo memorizarlos”, expresó.
“Para esta segunda etapa, nos apoyamos mutuamente y logramos complementarnos”, relató Gabriel. Su conclusión fue contundente. “Más allá de ganar, lo más valioso fue descubrir que Tucumán tiene una historia riquísima y que todavía queda mucho por aprender”.
Suplentes: el segundo lugar de la categoría de quinto año
Aunque en este caso hubo claros ganadores entre los alumnos que participaron de la categoría, la Escuela San Isidro Labrador tiene aún la chance de participar del siguiente desafío de “Enseñame Tucumán”, ya que sus alumnas Anka Daniela y Lots Mía Esmeralda, fueron seleccionadas como suplentes.
Sentido de pertenencia
En la categoría de sexto año, la victoria fue para Rocío Candelaria Vildoza y Blanca Toranzo, del Instituto Privado Santa Inés. A punto de egresar, ambas expresaron el orgullo de representar a su escuela y destacaron que el concurso les permitió mirar la provincia con otros ojos.
“Estudiamos mucho, con el apoyo constante de los profesores. Nos dieron pautas desde el inicio y eso nos permitió organizarnos bien. Fue un esfuerzo grande, pero valió la pena”, afirmó Rocío.
Blanca, como la mayoría de los participantes ganadores, señaló que uno de los temas que más la impactó fue cómo, a lo largo de los años, se intentó inculcar conciencia higiénica en la población.
Pero además se animó a expresar un deseo muy importante para ella. “Me gustaría que aparezcan más nombres de mujeres en la historia tucumana. Generalmente se mencionan los hombres que hicieron aportes, pero sabemos que hubo mujeres que también dejaron huella y no están tan presentes en los relatos”, dijo. Entre ellas podrían mencionarse a figuras como Eudocia Frías, maestra y promotora de la educación laica, o Francisca Bazán de Laguna, dueña de la casa donde se firmó la Independencia, cuya memoria recién en los últimos años comenzó a ser rescatada, tambipen se puede mencionar a Lola Mora la escultora nacida en nuestra tierra, pionera en el arte nacional y una de las mujeres más innovadoras de su tiempo, o a Manuela Pedraza, militar que se destacó en la defensa de la ciudad de Buenos Aires durante la Primera Invasión Inglesa. Si de combatientes se habla, se podría mencionara además a Hilda Guerrero, militante del sindicato de trabajadores de la industria del azúcar Fotia, asesinada durante las manifestaciones contrarias al cierre de los ingenios azucareros dispuestos por la dictadura militar en la década de 1960.
Las dos alumnas compartieron también un sentimiento de pertenencia con su escuela. “Voy al colegio desde que tenía cuatro años. Ahora que estoy a punto de egresar, poder representarlo en un concurso así me llena de felicidad”, afirmó Rocío.
Blanca coincidió: “Yo entré en tercer año, pero ya siento el colegio como parte de mí. Este certamen fue la oportunidad de mostrar todo lo que aprendimos y de despedirnos de la secundaria de una forma inolvidable”.
Ese sentido de pertenencia se entrelaza con la identidad de la institución: el Instituto Santa Inés tiene más de cinco décadas de historia en el este de la capital y fue protagonista de distintas iniciativas educativas en la zona. Para las chicas, llevar esa bandera a un concurso provincial fue una forma de decir presente.
Suplentes: el segundo lugar de la categoría de sexto año
Finalmente para los mayores que participaron de esta competencia educativa, también se eligieron suplentes y serán los representantes de la Escuela Gobernador Toribio de Luzuriaga del departamento de Lules. Sus estudiantes elegidos son González Agustina y Páz Enzo Leonel.